martes, 22 de julio de 2008

Daniel Mordzinski, viaje por la literatura hispana



Mordzinski muestra las imágenes de su viaje por la literatura hispana

En un viaje de treinta años, "mis primeros treinta años", por los territorios de "esa cosa tan maravillosa" que es la literatura, Daniel Mordzinski muestra sus testimonios fotográficos junto a escritores y poetas de lengua española en la exposición Fotógrafo entre escritores que se inaugura en Casa América.

Con una trayectoria en la que siempre están presentes emblemáticas imágenes de iconos de la identidad hispana, como Borges, Vargas-Llosa, Cabrera Infante, García Márquez o Vila Matas, se ha convertido en imprescindible compañero de viaje y testigo de los principales eventos del mundo de la cultura.

Por ello, Casa América rinde homenaje a este fotógrafo con una retrospectiva que él prefiere llamar viaje, compuesta por 180 imágenes exhibidas sin marcos ni cristales y sujetas con chinchetas para que se aprecie mejor toda la fuerza de su contenido. "No nos damos cuenta de la suerte que tenemos de haber nacido en esa lengua que es el español y de tener los escritores que hemos tenido y que tenemos", comentó Mordzinski (Buenos Aires, 1960), durante una entrevista. El territorio es vasto, gigante y casi infinito y la parcela en la que él puede contribuir "es pequeña y en ella trato de poner rostros a la escritura e intento hacerlo de manera personal".

A pesar de que han sido muchos y muy destacados los autores que se han puesto ante su objetivo, considera, "sin falsa modestia", que "son muchos más los autores que no he retratado. Hay tanto bache, tanta laguna, son tantos los autores que me hubiera gustado encontrar".

"Cuando estoy haciendo una foto pienso: encontré una mariposa"

Muy satisfecho con la exposición, que permanecerá abierta hasta el 7 de septiembre, recordó que cuando esta mañana venía caminando desde el hotel "me encontré con esa mano de 20 metros de Borges que me decía: Daniel ese es el camino". Ese nombre, el de Borges, le acompaña desde que tenía 18 años. "Él fue el primero porque tenía que serlo, aunque en aquel momento ni siquiera pensé que iba a construir esta colección de mariposas, como me gusta llamarla". Este nombre viene de una fotografía en la que el escritor Vladimir Nabokov aparecía con un gran cazamariposas."Sentí algo en el estómago al contemplarla y pensé que eso era lo que a mí me gustaría lograr. Cuando estoy haciendo una foto pienso: encontré una mariposa".

Su trayectoria es una historia de amor en la que la fotografía y él salieron a buscarse "y nos encontramos en un espacio que supimos inventar". En ese camino emprendido hace años, su trabajo como fotoperiodista y su labor artística no se contraponen sino que, por el contrario, se complementan. "El periodismo me ha dado capacidad analítica, me ha enseñado a diagnosticar rápidamente un espacio, a escanear, a sacar en diez segundos lo mejor de un lugar, de una persona".

En la actualidad, se encuentra inmerso en muchos proyectos, como la exposición que inaugurará en San Sebastián el próximo día 22. Para septiembre, en el marco del Hay Festival de Segovia, presentará un libro y una exposición en la que se recogerán algunas de las mejores imágenes que Mordzinski ha captado en los diferentes Hay Festival, cita que considera "una de las mejores cosas que me han pasado en los últimos años".

"Soy mejor fotógrafo en digital"

En búsqueda constante, utiliza indistintamente el blanco y negro y el color, "dos maneras de decir lo mismo", y alterna las técnicas más tradicionales con las más modernas. "Lo que el mundo digital nos ha dado es maravilloso. Yo soy mejor fotógrafo en digital, allí donde pongo el ojo hago clic y eso me permite concentrarme en lo esencial que es la persona".

Situado en esa línea en la que muchos piensan que es demasiado artista para ser periodista y demasiado periodista para ser artista, Mordzinski está finalizando un proyecto llamado Cuartos de escritura, sobre retratos de escritores en habitaciones de hotel.

"¿Qué escritor no ha escrito una palabra en un hotel; qué escritor no ha acabado un capítulo en un hotel o ha enfermado; quién no ha amado; quién no ha decidido que mañana lo cambia todo?. El cuarto de hotel es como una metáfora de la vida ya que finalmente es un lugar en el que estamos de paso".





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