Les presentamos un poema de Bárbara Butragueño
Ser solo frío
En esta hora
en la que el pánico araña
las ventanas
en la que el tiempo
es un hombre desnudo
con zapatos grandes
yo le tiendo mi mano al frío
Les presentamos un poema de Bárbara Butragueño
Ser solo frío
En esta hora
en la que el pánico araña
las ventanas
en la que el tiempo
es un hombre desnudo
con zapatos grandes
yo le tiendo mi mano al frío
Bahhia : Llegamos alrededor de las 23h. En la puerta nos encontramos Galilea y yo. Entramos, miramos y descubrimos el pequeño escenario. En primera fila estaba Cenamor y fuimos directas a saludarle.
Tuvimos suerte y encontramos asiento en primera y tercera fila. Por diferentes motivos algunos poetas no habían llegado todavía y el acto se retrasó un poquito, pero la espera no se hizo ni larga ni pesada. Luis llegaría también más tarde, estaba en el Conde Duque, de dónde le desalojaron.
Galilea: Me gustó mucho el local, pequeño, pero con encanto, caluroso pero muy propicio para los recitados y tomar algo mientras se charla y se escuchan poemas.
Me llamó la atención el dueño del local... decía: ¿Los poetas? Están todos allí, al final, en el escenario. Quiero decir que la expresión "Los poetas", me resulta curiosa escucharla en voz de otra persona, cuando debería de parecerme de lo más normal :) cosas mias...
Bahhia: El recital comenzó con Angela Alvarez, de voz muy dulce. Muy nerviosa le tocó romper el hielo. Me gustó y recuerdo, especialmente, a sus “antihéroes”. Con el poema dedicado a su tía me emocionó.
Subieron Pablo Méndez y Julio Mas, que fueron alternando la lectura de sus poemas y tras ellos nuestro querido Francisco Cenamor. Estuvo simpatiquísimo, pues además de recitar, interpretó. Nos hizo reir y nos arrancó aplausos. Tuve la suerte de escuchar “adulto aún joven treinta y tantos busca proyecto ilusionante ….”
Galilea: Y el recital de Luis Luna ¡GENIAL!, sin palabras. En el más absoluto silencio oyes su poesía y parece que no hay nada más que sus palabras. Curiosísimo. Sólo él y su poesía. Nada más. Y todos sumergidos en ella. En esa poesía suya que tanto me gusta, tan cargada de imagenes, pero que no te apabulla o sobrecarga, sino que son imágenes precisas y claras, tan claras como su voz y su forma de sentirlas. Imágenes y palabras que parecen haber sido elegidas minuciosamente para que no las olvides y así queden en tu mente: el poema y su imagen.
Bahhia: Tras varios poet@s, Gracia, que hizo una presentación muy particular de su poesía. Se subió al escenario con su bolso de Mary Poppins del que sacó variados objetos: paraguas, tacones, su bolsita de pinturas, su costurero con la cuerda blanca para ir anudando los poemas … Relajó el ambiente, hizo que participaran con ella y por fin, Luis Luna. Tras contarnos su anécdota en el Conde Duque y señalarnos los azulejos bajo el escenario, comenzó, y entonces y sólo entonces, por primera vez en toda la noche, se hizo el silencio.
Galilea: Fue una buena forma de pasar una velada, conoces a otros poetas, sus estilos, los oyes, los analizas, ves como se expresan, que quieren decirnos con sus poemas, si les tiembla la voz o el pulso, si se emocionan al recitar... todo un ejercicio, vamos :)
Bahhia: Como anécdota, un admirador de una poetisa cuyonombre no recuerdo ni pretendo hacerlo y además corro el riesgo de dar el de otra persona, nos dejó un regalo para ella. Parecía un CD con una dedicatoria. Cuando iba a subir al escenario, mis compañeros de mesa le dieron el regalo con la explicación, a lo que ella respondió “será un tarado”. A ninguno de los 4 allí sentados nos gustó esa respuesta y reconozco que la escuché sin ánimo, o más bien con ánimo en contra. Para colmo, su gesto me resultó más desagradable que las palabras dirigidas a su admirador. Y sus poemas, largos, muy largos. Desconecté
Galilea: Oye y todo hay que decirlo... al final de recital, una cervecita en buenacompañía y echando unas risas... también resultó muy agradable ;)
Bahhia: No dejéis de escuchar los audios de ambos. Sus interpretaciones son tan diferentes como ellos mismos.
Ambas: Gracias a Francisco y a Luis por mantenernos siempre informad@s.
El acto será en Gijón, si quieres más información visita la web del Ateneo Jovellanos
El autor invitado en esta ocasión es Indio Zammit y recitará el próximo jueves 27 de septiembre de 2007 a las 22 horas.
Hola amig@s les transmitimos parte de un e mail que la Escuela de Escritores nos ha enviado esta misma mañana
Tenemos el placer de convocaros -a través de esta edición extraordinaria de nuestro habitual boletín de noticias para que seáis los primeros en saberlo- al certamen de relato Cuentos del agua, un concurso literario que organizamos junto con Expo Zaragoza 2008 y Laberinto de las Artes.
Cuentos del agua formará parte de las actividades culturales que se celebrarán en torno a Expo Zaragoza 2008 y es para nosotros motivo de orgullo que la organización de la Exposición Internacional y Laberinto de las Artes hayan pensado en Escuela de Escritores para completar este proyecto.
En esta ocasión, y siguiendo la temática de la Exposición Internacional, un jurado formado por reconocidos escritores premiará los mejores relatos que incluyan el agua como elemento indispensable de la trama. En las siguientes líneas encontrarás todos los detalles sobre esta nueva convocatoria de nuestro taller literario.
Pueden ampliar esta noticia ve a Escuela de escritores
Nuestros amig@s crecen, y tanto es así, que nuestra compañera Galilea ha publicado su poema en la revista Dulce arsénico. Les mostramos el poema para que puedan admirar el trabajo de esta gran amiga.
Cuando Pablo Méndez, editor de Ediciones Vitruvio, me entregó el libro de poemas Asamblea de palabras de Francisco Cenamor, intuí que este escritor, aparte de cultivar la poesía, se dedicaba al teatro. Nada más leer el título me recordó la inolvidable obra de Aristófanes Asamblea de mujeres o Las asambleístas. Y cuando indagué en su figura aquella intuición se convirtió en una certeza. En efecto, Francisco Cenamor no sólo había escrito poesía sino también representado al menos una obra teatral (Kasa Esperanza). Su relación con la cultura clásica y más, concretamente con la griega, tras pasar las primeras páginas se confirmó al comprobar una cita de Demócrito.
No es Asamblea de palabras una obra cuyos mensajes estén ambientados o impregnados por el pensamiento griego, pero sí alberga cierto esfuerzo a la reflexión, al logos como elemento de análisis de la realidad, en la que el desengaño, por una parte, como balance de un vivir marcado por la experiencia
“adulto aún joven
treinta y tantos años
busca proyecto ilusionante“
y la esperanza
“para volver a empezar de nuevo
Nueva huida hacia delante, p. 20
por otra, como vehículo canalizador de vitalismo, se entretejen irremediablemente entre sus palabras y sus versos.
La obra estructurada en cuatro partes (Poemas de cansancio y disidencia, Nombres de mujer, Postales, Asamblea de palabras) nos presenta una multiplicidad de temas que por su variedad podría hacer quebrar la unidad de la misma. Sin embargo, Cenamor, hábilmente, aglutina tal pluralidad de asuntos bajo el título que sin duda cierra y acoge en su seno el compendio temático: en la palabra cabe toda realidad y abstracción.
Lo cotidiano, lo inmutable, la guerra, la disidencia, las preocupaciones sociales, el cansancio, la ironía, incluso la frivolidad poética (“el día que nos demos / un primer beso”), etc., aparecen en las páginas como un torrente de varia miscelánea de tonos, asuntos, actitud, análisis, contenido y perspectiva.
O el amor. El amor como salvación proyectado hacia un tú que todavía no ha llegado y al que canta como si ya estuviera presente (“tu casa”, “sólo bajaría en la próxima estación / de las caricias de tus manos”, “desde la musicalidad de tu sonrisa”). Y el amor como espera de aquel paraíso que va construyéndose en la mente con la esperanza de que algún día será habitado (“besaré esas colinas con su olor sagrado”, “ya no me siento a contemplar el jardín … / pero una palabra tuya bastaría…”). Así, el poeta va poco a poco concediendo atributos y nombres a aquella que deambula por el mundo y que aún no ha sido reconocida. Y espera, entre el deseo y la paciencia, hasta el momento en que se produzca el encuentro: “pero mi corazón está alerta / espera tu mirada”, “santificado espero saborear tu pasión / oro oro y espero” .
Pero, sin duda, el tema que destaca es el del tiempo, y su tratamiento. El hombre vive enmarcado por ciclos temporales y los poetas hablan del tiempo, sin embargo Cenamor, a pesar de la asunción de su existencia -de la existencia del tiempo- ubica su pensamiento en un vivir no acotado por límites temporales en una suerte de conciencia, como expresión convencional de su yo, de una inexistencia del tiempo en el que sólo es posible el Ser. Sin duda, el tiempo pasado marca o ha marcado al poeta, no obstante en su reflexión descubre lo permanente (si existe) y lo cambiante simbolizados en abscisa y ordenada cuyas uniones hacen al hombre (su interior) tal como realmente es. Así lo expresa en varios de los poemas: “ni siquiera los años me cultivaron cinismo / de puro transparente” o “no soy el mismo”. Una aparente contradicción que, en mi opinión no es tal, sino la prolongación de las coordenadas para unirse en un punto o sucesivos puntos, que forman y conforman la verdadera dimensión del ser y que a su vez también se proyecta hacia el exterior: el tiempo. El ser en el tiempo (no considerado) presente porque el ayer ha desembocado en el “cansancio” y el “mañana ya no tiene sentido / no es más que una promesa cruel”. Es como si el tiempo, aún existiendo y siendo el poeta consciente de él, no fuese un motivo de preocupación para Cenamor ni supusiese un impedimento para el desarrollo de la vida.
Con estas reflexiones debemos enfrentarnos a sus poemas con la mirada del que acepta un paisaje arbolado con las premisas de un tono confesional en el que la sinceridad, la desnudez e incluso la espontaneidad son las semillas y, al mismo tiempo, los frutos de su expresión y con el entendimiento del que va a acercarse al conocimiento de una realidad que, por una parte, supera el desengaño en la existencia, a pesar de los reveses que ante ella se presentan y, por otra, conduce al incansable esfuerzo (y la espera) de la prolongación de la vida aceptada dentro de un marco temporal (presente por ausente en su poética) externo en el que todo continúa haciéndose.
Juan Pedro Carrasco García
Se trasladó a Barcelona, España, en l972; comenzó su actividad contra la dictadura uruguaya, escribió en las páginas de la mítica revista Triunfo, pero nuevamente perseguida, ahora por la dictadura franquista, tuvo que exiliarse en París en l974.
Regresó definitivamente a Barcelona a fines de ese año, obtuvo la nacionalidad española y desde entonces vive en España.
Ha sido profesora de literatura, traductora y periodista, y es conferenciante habitual de universidades españolas y extranjeras. Sus numerosos artículos han aparecido en diversos diarios y revistas: El País, Diario 16, La Vanguardia, El Periódico de Barcelona, El Mundo y Grandes firmas de Agencia Efe.
Ha luchado contra las dictaduras, a favor del feminismo y de los derechos de los homosexuales.
Su obra abarca todos los géneros: poesía, relato, novela, ensayo, artículos y es considerada como una de las escritoras más importantes de habla castellana, traducida a más de quince lenguas.
Se reconoce como una escritora de mentalidad renacentista, abierta a todas las disciplinas y con intereses muy variados.
Contacta con nosotros en poetapuerto@hotmail.com
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